Los automóviles son mecanismos complejos que dependen de un sinnúmero de componentes para que funcionen de manera segura y eficiente. Entre esos componentes se encuentran los "desconocidos" filtros.
Estos desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento del vehículo. Por esta razón, es que revisaremos la importancia de cada uno de ellos y cuándo es necesario cambiarlos para garantizar un óptimo funcionamiento de nuestro automóvil.
- Filtro de aceite: Se trata de un componente clave para mantener el motor limpio y libre de impurezas. Un filtro de aire en mal estado o sucio podría afectar la lubricación del motor, generando un desgaste prematuro de sus piezas. Lo recomendable es que esta pieza se reemplace cada vez que se efectúe el cambio de aceite, lo que dependerá de las especificaciones del fabricante.
- Filtro de aire: Esta pieza es clave para garantizar que el aire que ingresa al motor esté libre de partículas. Un filtro de aire que esté obstruido o que no esté funcionando bien reducirá el flujo de aire, disminuyendo la eficiencia del motor y, con ello, aumentando el consumo de combustible. Recuerda efectuar el cambio de este filtro según las recomendaciones del fabricante o una vez al año, cada vez que realices la mantención de tu vehículo.
- Filtro de aire acondicionado: Este componente es clave para mantener el aire al interior del automóvil limpio, libre de polvo, polen y otros contaminantes. Es evidente, que un filtro de este tipo obstruido podría afectar la calidad del aire que respiramos, pudiendo producir alergias y afectar a nuestra salud. Asimismo, el sistema de climatización se ve perjudicado, lo que podría conllevar otros desperfectos. Se recomienda que sean reemplazado una vez al año o cada 10.000 o 15.000 kilómetros, de acuerdo a las especificaciones del fabricante.
- Filtro de combustible: Cuando el filtro de combustible se encuentra obstruido puede afectar el rendimiento del motor, como consecuencia del ingreso de impurezas. Ello no solo podría comprometer el rendimiento y reducir la eficiencia del combustible, sino que también podría causar daño en otros componentes más costosos, como lo es el sistema de inyección. Nuevamente, la frecuencia de cambio de este filtro varía de acuerdo a cada automóvil, pero lo recomendable es efectuarla una vez al año o entre los 15.000 y 20.000 kilómetros.
Después de esta detallada revisión, ¿qué duda cabe de que los filtros en un automóvil son componentes esenciales que contribuyen a su rendimiento, eficiencia y durabilidad? Es aquí donde el mantenimiento regular adquiere importancia, no solo para garantizar el correcto funcionamiento del automóvil, sino que para mantenerlo en buen estado y ahorrarnos así costosas reparaciones en el futuro.
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