¿Alguna vez has caminado por un sendero rocoso con zapatos de suela delgada? Lo más probable es que hayas sentido todas las piedras, lo que puede resultar muy molesto e incómodo. Sin embargo, si utilizas zapatos con suelas más gruesas, como unos para trekking, podrías evitar sentir las irregularidades del suelo. Esta función es similar a la que desempeña el sistema de suspensión de tu vehículo, un elemento cuya importancia a menudo pasamos por alto.
En simples palabras, el sistema de suspensión está compuesto por un conjunto de componentes que tienen la función de mantener las ruedas en contacto con el suelo, absorbiendo las irregularidades del terreno para proporcionar comodidad a los ocupantes del vehículo.
Para lograr esto, el sistema de suspensión se compone de tres elementos que contribuyen a la estabilidad del vehículo:
- Los resortes: absorben directamente las irregularidades del terreno por las que anda el vehículo convirtiéndolos en vibraciones leves y, por lo tanto, garantizan un alto nivel de confort en la conducción. Estos pueden ser de metal, goma o aire.
- Los amortiguadores: controlar las oscilaciones de la suspensión causadas por las irregularidades en el camino, ganando adherencia, mejorando la estabilidad, reduciendo la distancia de frenado y aumentando el confort durante la conducción.
- Las barras estabilizadoras: tienen como objetivo es que ambas llantas del eje (delantero o trasero) tengan el mismo movimiento vertical; es decir, evita que una de las ruedas se eleve de más e incline el vehículo de lado, al hacer que los neumáticos se mantengan parejos en cualquier superficie. Este componente es muy útil al conducir, pues ayuda a mantener tu vehículo estable en una variedad de situaciones, por ejemplo, en las curvas.
Entonces ¿cómo funciona el sistema de suspensión?
Por ejemplo, cuando tu auto está andando en un camino irregular, los resortes se comprimen. En ese momento, los amortiguadores controlan la velocidad de compresión y descompresión de los resortes, evitando que el vehículo rebote, mientras que las barras estabilizadoras reducen el balanceo del automóvil evitando que los neumáticos que quedan dentro de la curva se despeguen del suelo.
Comprender el funcionamiento de este sistema es fundamental para garantizar la seguridad. Si la suspensión se encuentra en mal estado, podría afectar la capacidad de manejo del vehículo, aumentar la distancia de frenado y reducir la estabilidad, lo que puede incrementar el riesgo de accidentes. Además, este componente proporciona comodidad, ya que absorbe las irregularidades del terreno, evitando que los pasajeros sientan el impacto dentro del automóvil.
Incluso, el sistema de suspensión puede impactar en la durabilidad de otros componentes del vehículo. Si está en mal estado, puede afectar negativamente a partes como los neumáticos, frenos y dirección.
De esta forma, al igual que unos buenos zapatos, tu sistema de suspensión es crucial para la seguridad y comodidad al conducir. Sin embargo, esto no es suficiente; también es importante mantener la suspensión en buen estado, por lo que recomendamos realizar revisiones periódicas, evitar sobrecargar el vehículo, conducir con precaución en terrenos irregulares y no pasar por baches a gran velocidad. Y si sufres alguna emergencia, no te preocupes, en nuestra web podrás encontrar los repuestos necesarios para mantener tu auto en óptimas condiciones.