Mantener nuestro automóvil en buen estado va más allá del cuidado estético. También se trata de preocuparse por el funcionamiento de cada una de sus partes y componentes, sobre todo cuando hablamos del motor y su respectivo cambio de aceite.
Y es que el aceite desempeña un papel fundamental en el rendimiento y mantenimiento del motor, es decir, en el corazón de todo vehículo. Este fluido actúa como lubricante entre las diferentes piezas, ayudando a reducir la fricción y el sobrecalentamiento. En simple, es el componente que permite que el motor no sufra un desgaste prematuro.
Sin embargo, con el paso del tiempo el aceite se degrada y con ello comienza a perder sus propiedades, por lo cual es necesario efectuar recambios regulares, según el kilometraje y las recomendaciones del fabricante.
¿Cómo afecta al filtro un aceite en mal estado?
Lo primero que debemos tener presente, es que el filtro es otro componente clave en el sistema de lubricación. Su principal función es retener partículas y otros elementos contaminantes que se encuentran en el aceite, evitando así que estas ingresen al motor.
Por tanto, a medida que el aceite circula, el filtro va atrapando partículas como el polvo, residuos de combustión y pequeños fragmentos metálicos. Es decir, sin un filtro de aire, estas impurezas pasarían directo al motor, provocando un desgaste acelerado y generando daños irreparables.
En razón de lo anterior, al no efectuar un oportuno cambio de aceite estaremos contribuyendo a un deterioro prematuro de nuestro automóvil. Esto porque se trata de un fluido que ya ha perdido su propiedad y, por el contrario, solo estaría trasladando impurezas, llevando a que la suciedad se acumule en el filtro hasta obstruirlo por completo.
Como consecuencia de ello, el motor dejará de recibir la lubricación necesaria, comenzará a generar mayor fricción entre sus componentes, sobrecalentarse hasta incluso llegar a fundirse.
¿Qué hacer para evitarlo?
Lo principal es efectuar las mantenciones respectivas unto a revisiones periódicas. Para hacerlo solo basta con abrir el capó del vehículo y comprobar que la varilla de aceite se encuentre en niveles óptimos, además de que no se encuentre quemado. Si este no se encuentra en buen estado o sus niveles son bajos, recurre donde tu técnico de confianza para que realice el recambio necesario.
De todas formas, para llevar a cabo el cambio de aceite debes tener siempre presente las siguientes recomendaciones que proporciona el fabricante y verificar el tipo de aceite que requiere tu motor, además de utilizar los filtros originales.
Es así como el recambio regular de aceite de motor es esencial en el mantenimiento preventivo de todo vehículo. Al hacerlo, no solo maximizaremos el rendimiento del motor, sino que también protegeremos los componentes cruciales como el filtro de aceite y las partes internas.
En ningún caso debemos subestimar el impacto positivo que un simple cambio de aceite puede tener en la durabilidad y eficiencia en el motor. Invertir en el cuidado de nuestro vehículo ahora puede traducirse en ahorros significativos y un rendimiento óptimo en el futuro.