Radiadores de agua y de calefacción: conoce sus diferencias y para qué sirven

Publicado el: 15-6-2023

Ya sea que estemos en invierno o en verano, tu auto genera calor de diferentes formas y si esta aumenta de forma incontrolada puede llegar a ser muy peligroso al momento de manejar, ya que se pueden generar desperfectos o sobrecalentamientos. En este contexto, los radiadores cumplen una función crucial en el sistema de refrigeración de tu auto.

Los radiadores —ubicados en la parte delantera— se componen de un tubo de cobre en forma de espiral, que está recubierto de láminas de aluminio y solo son accesibles desde el interior. Este elemento del automóvil tiene como función evitar el sobrecalentamiento.

¿Cómo funcionan? La bomba de agua impulsa el líquido refrigerante que será transportado por los tubos de los radiadores hasta llegar al motor. De esta forma, se logra regular la temperatura de este. Una vez realizada esta tarea, el líquido que ahora tomó temperatura, vuelve al radiador donde se enfría, para volver a hacer este ciclo.

Calefacción: el otro uso de los radiadores

Durante el invierno, el sistema de calefacción puede ser importante cuando las temperaturas son muy bajas. Este funciona gracias al calor que tu motor genera, el cual es aprovechado para aumentar la sensación térmica en el interior de este, con la ayuda del radiador.

Para lograr esto, cuando el líquido refrigerante que pasa por el motor aumenta su temperatura, genera que el aire que pasa por los conductos de ventilación del coche también se calienten. Finalmente, este se transporta al interior del vehículo, calefaccionado su interior.

Sin importar la época del año, los radiadores cumplen una función muy importante, por lo tanto, si este elemento falla puede afectar directamente al motor. Los desperfectos más comunes se pueden producir por la caducidad del líquido refrigerante o bajos niveles de este mismo. De esta forma, la mejor manera de evitar esto es:

  • Verificando los niveles de líquido refrigerante.
  • Reemplazando periódicamente este líquido cada dos años aproximadamente.
  • Asegurarse que la tapa del radiador esté bien ajustada, para evitar fugas.
  • Limpiar cada un año el sistema de refrigeración.

Es fundamental, asegurarse del buen estado de tus radiadores, ya que a pesar de que los repuestos no son piezas costosas, su reparación e instalación si puede serlo debido a que es de difícil acceso y se requiere de un profesional.